Pablo Barragán, Noa Wildschut y Elisabeth Brauss, en la Temporada de Conciertos del Teatro Villamarta
El trío de músicos rinde homenaje a la música folclórica judía con obras de Milhaud, Horowitz y Bartók, entre otros compositores
Pablo Barragán (clarinete), Noad Wildschut (violín) y Elisabeth Brauss (piano) ofrecerán este viernes, 5 de abril, en el Teatro Villamarta un concierto que, bajo el título Homenaje a la música folclórica judía, incluye obras de D. Milhaud, J. Horowitz, C. Vivier, P. Schoenfield y B. Bartók.
El trío de músicos se ha unido para ofrecer un programa que exalta la efusividad de la música folclórica, con obras de B. Bartók, a la vez que rinde un homenaje a la música de tradición judía, con obras de D. Milhaud, J. Horowitz y P. Schoenfield, entre otros autores.
El concierto se iniciará con el Trio Op. 157 b de D. Milhaud, músico que huyó de Francia tras la ocupación de los nazis y se trasladó a Estados Unidos donde recibió el encargo de una sinfonía para la orquesta de Chicago. En la década de los 50 viajó a Israel. Su catálogo está integrado por 409 obras en diferentes géneros musicales. De J. Horowitz sonará la Sonatina para clarinete y piano de este músico británico, aunque nacido en Viena. Al igual que Milhaud, tuvo que emigrar escapando de la persecución nazi y recaló en Inglaterra.
La primera parte del concierto se cerrará con Diálogo para clarinete y violín de C. Vivier. El compositor canadiense fue asesinado a los 34 años, un suceso muy lamentado puesto que Vivier llegó a ser considerado como uno de los músicos más relevantes de la historia de la música canadiense. Dejó más de 40 obras y un estilo muy personal.
Ya en la segunda parte Pablo Barragán, Noa Wildschut y Elisabeth Brauss interpretarán los 4 “Souvenirs” para violín y piano de P. Schoenfield y el Trío “Contrastes” para violín, clarinete y piano de B. Bartók. El compositor húngaro destacó, entre otras cosas, por su faceta como investigador de la música folclórica de la Europa Oriental. De hecho, Bartók fue uno de los fundadores de la etnomusicología, basada en las relaciones que unen la etnología y la musicología.
El clarinetista Pablo Barragán se formó en el Conservatorio de Sevilla y en la Academia Barenboim-Said de Berlín, principalmente. Durante muchos años adquirió una valiosa experiencia en la West-Eastern Divan Orchestra del maestro Daniel Barenboim. Ganador de varios concursos, Barragán concede gran importancia a la sinergia y la unión a la hora de hacer música, hasta el punto de que considera la simbiosis artística como el estado ideal. Ello le ha llevado a compartir escenario con otros músicos.
Con la violinista holandesa Noa Widlschut no es la primera vez que toca Pablo Barragán. Widlschut, a sus 22 años, se ha ganado un lugar en la escena internacional de la música clásica. Su reputación le ha abierto las puertas de los principales escenarios donde es invitada regularmente como solista.
La prensa especializada ha destacado de la pianista alemana Elisabeth Brauss su “madurez y sofisticación de sus interpretaciones” que “serían el orgullo de cualquier pianista que le doblara la edad”. Nacida en Hannover en 1995, se está consolidando como una de las intérpretes más versátiles de su generación.