La Compañía Atalaya vuelve a la tragedia griega con ‘Elektra.25’ en el Teatro Villamarta
La compañía sevillana retoma uno de sus montajes que más éxito le ha dado en sus 40 años de trayectoria
Atalaya vuelve a la tragedia griega con Elektra.25, uno de los montajes que más éxito y renombre ha dado a esta compañía sevillana y que podrá verse mañana jueves, día 28 de noviembre, en el Teatro Villamarta. De la mano de su director Ricardo Iniesta, Atalaya quiere recuperar la esencia de aquel montaje que durante 25 años se ha puesto en escena en unas 250 ciudades en más de 20 países de 5 continentes y que recibió el Premio Lorca al Mejor Espectáculo de Teatro Andaluz en el año 2022.
El número 25 no sólo señala la reedición de la obra, sino que también marca la vigésimo quinta producción de Atalaya. Asimismo, viene a celebrar los 25 siglos del nacimiento de Eurípides y los 25 años de la muerte de Heiner Müller. De ahí que la pretensión de la compañía no sólo sea la de tratar de retomar un espectáculo tal y como se concibió por primera vez, sino de crear una nueva versión con numerosas innovaciones.
“Hemos trazado un puente entre la Elektra de los grandes poetas griegos y quienes la adaptaron al siglo XX: Hoffmansthal y Sastre”, ha señalado el director de Atalaya. “Es este aspecto de la universalidad en el tiempo el que más queremos recalcar en nuestra visión de la tragedia. Elektra posee una fuerte carga emotiva debido a que su leit motiv esencial ha perdurado a través de los tiempos: la venganza, que ha sido y sigue siendo el origen de muchos conflictos a lo largo de la historia”, ha añadido.
El mito de Electra pertenece al ciclo de Troya y, dentro de la tragedia clásica, es el único que conserva las versiones de los tres grandes poetas de la Antigüedad: Esquilo, Sófocles y Eurípides. El punto de partida del texto originario del que parte este espectáculo es la Electra de Sófocles, así como la Elektra de la versión que de él realizó Hugo von Hoffmansthal para la ópera de Strauss. Electra es una de las siete tragedias que nos han llegado de Sófocles y, entre ellas, se la considera la más perfecta de sus obras en cuanto a su estructura. En cuanto a la versión de Hoffmansthal que aquí se plantea, se introduce un final trepidante y vertiginoso.
“No se trata de contar la historia ni de que el espectador se identifique con algún personaje, sino de provocar en el público sensaciones que no puede experimentar en ningún otro lugar”, ha asegurado Ricardo Iniesta.
El coro es quien marca, durante la práctica totalidad de la obra, el ritmo y el tono emocional. Los cánticos étnicos y las coreografías adquieren una gran importancia.
Durante sus más de 40 años de trayectoria, la compañía sevillana ha conseguido crear un estilo propio que se basa en la energía del actor, tanto a través del cuerpo como de la voz, la lectura contemporánea de los grandes textos universales, la fuerza expresionista de las imágenes y el tratamiento poético del espacio, la música y los objetos. Otras adaptaciones de los clásicos griegos han sido Medea y Ariadna.